Hábitos de la higiene en la cocina
1. Área de manipulación
-Fregadero: Es uno de los puntos húmedos de la cocina por lo que hay que extremar las precauciones para evitar que se acumulen las bacterias. Nunca dejes restos de comida en él y sécalo después de usarlo.
-Utensilios (cazos, espumaderas, cucharones, etc.): No debes olvidar limpiar los utensilios cada vez que cambies de alimento, para eliminar los posibles gérmenes que haya dejado el anterior.
-Cuchillos: Aunque las bacterias se eliminen al cocer la comida, si cortamos una pechuga de pollo contaminada y sin lavar el cuchillo lo usamos para cortar un tomate, estaremos traspasando la infección. Por eso debes lavar el cuchillo siempre que cambies de alimento.
-Tabla de cortar: Las tablas, así como los paños y las bayetas, son propensas a la contaminación y tienen un elevado riesgo de propagar infecciones. Por eso, debes lavar y secar la tabla cada vez que cortas un alimento diferente y cambiar los paños y las bayetas muy a menudo, así como mantenerlos siempre lo más secos posible.
2. Área de almacenamiento
-Nevera: La temperatura óptima a la que debe estar es de 1 ºC a 4 ºC. A la hora de distribuir los alimentos, siempre deben estar los cocinados en la parte superior y los crudos en la inferior, para evitar los goteos (al descongelarse, por ejemplo). Es importante no llenar la nevera excesivamente para que el frío se distribuya manteniendo las temperaturas de seguridad. También se debe limpiar a menudo, para evitar que se acumulen bacterias en la comida.
-Nevera: La temperatura óptima a la que debe estar es de 1 ºC a 4 ºC. A la hora de distribuir los alimentos, siempre deben estar los cocinados en la parte superior y los crudos en la inferior, para evitar los goteos (al descongelarse, por ejemplo). Es importante no llenar la nevera excesivamente para que el frío se distribuya manteniendo las temperaturas de seguridad. También se debe limpiar a menudo, para evitar que se acumulen bacterias en la comida.
-Congelador: Siempre ha de estar por debajo de los -18 ºC. Lo conveniente es que todos los alimentos estén en recipientes etiquetados con su fecha de caducidad. Es importante limpiarlo de vez en cuando para evitar que se acumule hielo.
-Tiradores: No olvides limpiar los tiradores cuando hagas lo propio con los armarios. Los posibles restos de comida en las manos se pueden quedar ahí y convertirse en foco de gérmenes.
3. Residuos
-Basura: Los residuos son la fuente de contaminación más importante debido a su riqueza en materia orgánica. Es el área de más alto riesgo por lo que hay que ser muy meticulosos con su limpieza. Cambia las bolsas todos los días, aunque no estén totalmente llenas.
Además, el cubo deberá estar siempre tapado y una vez vaciado, deberá limpiarse y desinfectarse convenientemente.
Aunque la cocina no es un juego, sí es cosa de niños
La cocina es uno de los espacios donde más horas pasan los niños, tanto para comer como para hacer otras actividades mientras sus padres cocinan, planchan, lavan… Pero también es uno de los principales focos de contaminación, y los niños son más susceptibles a los agentes insalubres, puesto que su sistema inmunitario aún no está totalmente desarrollado. Esto les hace más propensos a padecer algún tipo de toxiinfección alimentaria causada por las posibles bacterias con las que pueden entrar en contacto.
Los padres deben, por tanto, enseñar y cumplir unos hábitos de higiene, para que creen unas rutinas de comportamiento en los más pequeños en la cocina. De esta manera los interiorizarán y los mantendrán de adultos.
Los niños también son usuarios de las cocinas y de los alimentos que allí se preparan y por esta razón, nuestra actitud y ejemplo influirá en su salud presente y será la base de su actitud futura frente a los alimentos y su manipulación.
Aunque la cocina no es un juego, sí es cosa de niños
La cocina es uno de los espacios donde más horas pasan los niños, tanto para comer como para hacer otras actividades mientras sus padres cocinan, planchan, lavan… Pero también es uno de los principales focos de contaminación, y los niños son más susceptibles a los agentes insalubres, puesto que su sistema inmunitario aún no está totalmente desarrollado. Esto les hace más propensos a padecer algún tipo de toxiinfección alimentaria causada por las posibles bacterias con las que pueden entrar en contacto.
Los padres deben, por tanto, enseñar y cumplir unos hábitos de higiene, para que creen unas rutinas de comportamiento en los más pequeños en la cocina. De esta manera los interiorizarán y los mantendrán de adultos.
Los niños también son usuarios de las cocinas y de los alimentos que allí se preparan y por esta razón, nuestra actitud y ejemplo influirá en su salud presente y será la base de su actitud futura frente a los alimentos y su manipulación.
Jose Omar Diaz Melero
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